En tan solo 3 meses he vivido de todo junto a este teclado, por esa razón quiero tanto a este ordenador. En esta pantalla me fijé por primera vez en tu cuerpo perfecto, acostada con este portátil encima pasé horas y horas hablando contigo, recuerdo hermosas y comprometedoras conversaciones. Hicimos promesas, planes a altas horas de las madrugadas. Escuché canción tras canción hasta que tú te decidías a hablarme, adoro qe la lucesita naranja del messenger se encienda, amo que en la parte alta de la página de internet se ponga tu nombre y tus apellidos, gritándome que tú quieres hablar conmigo. Me sentí tonta al esperar una respuesta tuya y me puse colorada tras recibir algún TeQuiero sincero. En este teclado escribí historias, poemas, cuentos y redacciones en las que hablaba de forma anómina sobre ti. Después de una pelea, me senté delante de esta pantalla, y redacté la disculpa más sincera del mundo. En este ordenador expresé mis sentimientos y metí mas de una vez, la pata hasta el fondo. A través de este ordenador discutimos mil y una vez. Esta pantalla fue la única testigo de mis amargas lágrimas cuando tu me insultabas y me echabas la culpa de toda la situación. Pero también ha sido cómplice de los gritos de alegría, de las tímidas sonrisas... que se me ha escapado hablando contigo.
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